En el culturismo suele combinarse con Oximetolona, Metandienona, Estanozolol u Oxandrolona.

El propionato de testosterona es un compuesto de éster de testosterona único y es uno de los más importantes de todos los compuestos de testosterona fabricados. En 1937, el farmacéutico alemán Schering lanzó la primera testosterona basada en ésteres, el propionato de testosterona, con el nombre comercial de Testoviron. El mismo nombre comercial que finalmente dio a su producto Enantato de Testosterona. La combinación del éster de propionato con la hormona permitiría controlar el momento de la liberación de la hormona y mantener más eficazmente los niveles estables en sangre. Aunque no fue el primer preparado de testosterona sintética creado, el propionato de testosterona se convirtió en el primer producto de testosterona disponible en el mercado. También dominó la comunidad médica hasta la década de 1960 y gran parte de la comunidad en la mejora del rendimiento de los recién nacidos.

El propionato de testosterona es una hormona de testosterona pura. Aunque es sintética, es una réplica perfecta de la testosterona masculina primaria producida naturalmente. Por diseño, la hormona está unida al éster de propionato (ácido propiónico), un pequeño éster corto que controla el momento de la liberación de la hormona. Sin un éster, la hormona se dispersaría y se disiparía rápidamente tras su administración. Al ligar el éster, se favorece una liberación controlada y permite al individuo inyectarse la hormona con menos frecuencia. Una vez que se inyecta el propionato de testosterona, comienza a liberar lentamente la hormona. A medida que se libera el éster, la hormona testosterona comienza a ser liberada en el torrente sanguíneo. La vida media del propionato de testosterona es de unos dos días, lo que es más largo que la vida media de la testosterona sin éster, que tiene una vida media de poco menos de 24 horas.

Aunque de naturaleza sintética, el propionato de testosterona es una hormona eficaz para el tratamiento de la disminución de la testosterona. Aunque se produce y es esencial para ambos sexos, los hombres necesitan unas diez veces más que las mujeres. Sin embargo, aunque es eficaz, al fin y al cabo se trata de testosterona, no es una forma preferible de tratamiento, ya que requiere inyecciones frecuentes.